¡LLEGÓ LA HORA DEL BAÑO!

¿A partir de qué momento se puede bañar un bebé? ¿En qué horario? ¿¿¿COMO???

Bañar un bebé por primera vez es una situación que en muchas familias nuevas puede generar un poco (o a veces muchísima) ansiedad. Hay una alegría en torno a eso que de a poquito se va llenando de preguntas como el título de este pequeño y modesto artículo.
Vamos, entonces, a tratar de desglosar este tema que puede generar hasta algunas mínimas controversias.

Hasta hace un tiempo se decía que bebés con cordón umbilical aun prendido no se bañaban. Hoy eso se flexibilizó un poco y con la idea de que después se seque bien el mismo no hay una contraindicación real al baño. Así que algunas familias valientes podrían bañar a sus bebés desde que se los llevan de alta.
Ahora, vamos a la gran mayoría de nosotros (entre quienes incluyo a mi familia). Está mundialmente aceptado que se puede hacer el primer baño a partir de la caída del cordón umbilical, es decir, más o menos a los siete a diez días de nacido.

Como recomiendo habitualmente a las familias de mi consultorio, voy a hacer énfasis en la importancia de las rutinas nocturnas como piedra fundamental del buen dormir. Y el baño no es una excepción a esto.
Una rutina nocturna bien afianzada hace que el reloj biológico de cada uno vaya incorporando pasos para relajarse y así ir entregándose a los sueños de a poco. Recomiendo fuertemente que vayan eligiendo un horario en el cual se comience a bajar el volumen de la música, las voces del hogar y se vayan apagando aquellas luces innecesarias. Esto baja en cierta forma las revoluciones para todos los miembros de la familia. Es importante que sea a un horario que se pueda cumplir para la gran mayoría de los miembros del hogar, y no que se transforme en un motivo de batalla diaria.

Con respecto al baño en sí mismo, realizarlo en un ambiente cálido o calefaccionado de forma segura. Una bañadera para bebés con soporte para recién nacidos nos puede dar mayor seguridad si todavía no nos sentimos del todo confiados. Esto sirve para apoyar al bebé en posición semi-sentada y no tener que sostenerlo uno mismo. Si nos animamos y el espacio lo permite, está buenísimo que alguien sostenga mientras otro baña. ¡Y si no se puede, uno puede sostener y bañar al mismo tiempo!

Al principio no hace falta más que agua a la temperatura adecuada. Pero si queremos incorporar algún jabón de baño, lo mejor es utilizar aquellos que sean hipoalergénicos, sin fragancias, con una buena cantidad de agentes humectantes que no molesten la barrera cutánea natural de los bebés. Inicialmente no se recomienda el uso de shampoo ni crema enjuague, ¡que por cierto tampoco es necesaria en ese pelo tan delicado!

Quiero hacer una mención especial a la temperatura del agua. Existen termómetros que pueden comprarse para ver si la misma está a buena temperatura o no. Sin embargo estos no reemplazan al buen termómetro de la propia piel. Toquen el agua con el dorso del antebrazo. Una buena temperatura es aquella que pareciera que no tiene diferencias con nuestra propia temperatura. La definición más exacta de “tibio”. Esto evitará quemaduras extensas por agua demasiado caliente.

Para el secado recomiendo utilizar toallas de microfibra que no erosionan la piel delicada de los bebés. En caso de no tener de ese tipo una toalla que sea de uso exclusivo de los bebés alcanza. Siempre que vamos a secar vamos a hacerlo como dando golpecitos, y no frotando.

Desde ya, no puedo evitar de hablar de espacios seguros. Los bebés deben sostenerse durante todo el proceso de su baño y estar bajo supervisión constante, no pudiendo dejarlos solos en el agua, aunque pensemos que es un segundito y nada mas, aunque pensemos que es muy poquita agua para que pase algo.

Recuerden que cada rutina de baño puede tener que ajustarse luego a las necesidades específicas de cada bebé si las hubiera. Todo esto debería consultarse con el o la pediatra.

Dra. Maria Sol Cabezas
Hurtado
Matricula Nro. 135.859